El 20 de septiembre, la Reserva Federal entregó un mensaje que resonó en los mercados financieros: se espera que las tasas de interés se mantengan en su nivel más alto en más de dos décadas, y posiblemente por más tiempo que las expectativas de la mayoría de los participantes del mercado. Esta actitud se develop en el contexto de una inflación persistentemente alta, con una tasa de inflación básica que ronda el 4,2%, muy por encima del objetivo del banco central del 2%, y un desempleo en mínimos históricos.

Mientras los inversores se enfrentan a esta nueva realidad, surge una pregunta apremiante: ¿Seguirán el S&P 500 y el Bitcoin (BTC) teniendo un rendimiento inferior ante una política monetaria más estricta?

El impacto de la decisión de la Reserva Federal fue rápido y severo. El S&P 500 cayó a su nivel más bajo en 110 días, lo que indica un creciente malestar entre los inversores.

Índice S&P 500 (azul, derecha) frente al rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años (naranja, izquierda)

En individual, el rendimiento del Tesoro a 10 años aumentó a niveles no vistos desde octubre de 2007. Este movimiento refleja la creencia del mercado de que las tasas seguirán subiendo o, al menos, que la inflación eventualmente alcanzará el rendimiento true del 4,55%. En cualquier caso, está aumentando la ansiedad sobre la capacidad de la Reserva Federal para sostener estas elevadas tasas de interés sin desestabilizar la economía.

Bitcoin no necesariamente sigue los mercados tradicionales

Un acontecimiento intrigante en medio de esta turbulencia financiera es la aparente desconexión entre el S&P 500 y las criptomonedas, particularmente Bitcoin. Durante los últimos cinco meses, la correlación de 30 días entre los dos activos no presentó una tendencia clara.

Correlación móvil de 30 días: futuros del S&P 500 frente a Bitcoin/USD. Fuente: TradingView

Tal divergencia sugiere que Bitcoin ha anticipado la corrección del mercado de valores o que están en juego factores externos. Una explicación plausible para este desacoplamiento es el revuelo en torno a la posible introducción de un ETF de Bitcoin al contado y las preocupaciones regulatorias que han obstaculizado el potencial alcista de las criptomonedas. Mientras tanto, el S&P 500 se ha beneficiado de sólidos informes de ganancias del segundo trimestre, aunque es esencial recordar que esas cifras reflejan la situación de tres meses antes.

Mientras la Reserva Federal se mantiene firme en su compromiso con las altas tasas de interés, el panorama financiero está entrando en territorio inexplorado. Si bien algunos pueden interpretar la postura del banco central como necesaria para combatir las presiones inflacionarias, a otros les preocupa que mantener las tasas elevadas pueda suponer una carga para las familias y las empresas, particularmente a medida que los préstamos existentes vencen y deben refinanciarse a tasas significativamente más altas.

Un desacoplamiento podría favorecer el precio de Bitcoin

Varios factores podrían llevar a la desvinculación de las criptomonedas de los mercados tradicionales, como el S&P 500. Si el gobierno encuentra dificultades para emitir deuda a más largo plazo, puede generar preocupaciones. La falta de emisión de bonos a largo plazo puede indicar inestabilidad fiscal, lo que incentiva a los inversores a buscar coberturas contra posibles disaster económicas. En tales casos, activos alternativos como el oro y Bitcoin podrían convertirse en opciones atractivas.

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Incluso con un dólar fuerte, la inflación puede obligar al Tesoro de Estados Unidos a aumentar el límite de deuda, lo que conduce a una devaluación de la moneda con el tiempo. Este riesgo sigue siendo relevante a medida que los inversores buscan salvaguardar su riqueza en activos menos susceptibles a la inflación.

Además, el estado del mercado inmobiliario desempeña un papel fundamental. Si el mercado inmobiliario continúa deteriorándose, podría afectar negativamente a la economía en normal y al S&P 500. La interconexión del mercado inmobiliario con el sector bancario y el potencial de deterioro del crédito al consumo podrían desencadenar una fuga hacia activos con escasez y capacidades de cobertura.

También existe la posibilidad de que se produzca inestabilidad política, a nivel mundial o incluso durante las elecciones estadounidenses de 2024. Esto podría introducir incertidumbre y afectar a los mercados financieros. En algunos países existe un temor creciente a los controles de capital y los casos históricos de embargos financieros internacionales resaltan el riesgo de que los gobiernos impongan tales controles, impulsando aún más a los inversores hacia las criptomonedas.

En última instancia, a diferencia de las acciones y bonos tradicionales, las criptomonedas no están ligadas a las ganancias corporativas, el crecimiento o el rendimiento por encima de la inflación. En cambio, marchan a su propio ritmo, influenciados por factores como cambios regulatorios, resistencia a los ataques y una política monetaria predecible. Por lo tanto, Bitcoin podría superar ampliamente al S&P 500 sin la necesidad de ninguno de los escenarios discutidos anteriormente.