Rotunda argumenta que las cuentas son similares a valores y que la empresa debería haberse registrado en el estado antes de inscribir a sus residentes. Es el último intento de los reguladores financieros estatales de tomar medidas enérgicas contra los principales jugadores de criptografía, ya que los legisladores federales siguen divididos sobre cómo escribir reglas para la industria.
La investigación es un posible obstáculo para la oferta de Bankman-Fried de comprar activos digitales de empresas que sufrieron el peso de la recesión del criptomercado a principios de este año.
El director ejecutivo de 30 años ganó el mes pasado una subasta por los activos del criptoprestamista en bancarrota Voyager Digital con una oferta de 1.400 millones de dólares. Pero Rotunda en su presentación solicitó al tribunal de quiebras de Nueva York que maneja el caso de Voyager que bloqueara esa venta. Dijo que las cuentas con rendimiento de FTX se asemejan a una oferta similar de Voyager que generó órdenes de cese y desistimiento de Texas y otros estados antes de que la compañía colapsara.
FTX dijo en un comunicado que la compañía ha estado en conversaciones con el regulador de Texas “por un tiempo”.
“Tenemos una solicitud activa para una licencia que ha estado pendiente y creemos que estamos operando completamente dentro de los límites de lo que podemos hacer mientras tanto”, dijo el portavoz de FTX, Patrick Jordan. “Esperamos seguir trabajando con Texas”. La compañía dijo que está «trabajando excepcionalmente duro para garantizar que los clientes de Voyager obtengan el mejor resultado posible, lo que creemos que sucederá si el tribunal de quiebras de Voyager aprueba nuestra oferta para devolver los activos a los usuarios».
Rotunda en su presentación dijo que probó el producto de FTX en su propio teléfono inteligente. Descargó la aplicación comercial de la empresa, la vinculó a una cuenta bancaria personal y depositó una pequeña cantidad de ethereum, que posteriormente comenzó a generar rendimiento.
Los reguladores estatales se han centrado en las criptoplataformas que ofrecen dichos programas con el argumento de que, al generar rendimientos de los depósitos agrupados, las inversiones califican como valores y deben registrarse. Texas y un puñado de otros estados han estado a la vanguardia de ese impulso. Además de Voyager, presentaron órdenes de cese y desistimiento contra Celsius Network y, junto con la Comisión de Bolsa y Valores, llegaron a un acuerdo de $100 millones con BlockFi.
