Intel está convirtiendo su negocio de fundición, que fabrica chips para otras empresas, en una filial independiente. La compañía ha revelado su plan en una nota a los empleados de su director ejecutivo Pat Gelsinger, publicada más de un mes después de que Intel revelara que está recortando el 15 por ciento de su plantilla. Intel está despidiendo a más de 15.000 personas como parte de su plan de reducción de costes de 10.000 millones de dólares para recuperar la estabilidad financiera tras una pérdida neta de 1.600 millones de dólares en el segundo trimestre. Gelsinger explicó en su nueva nota que convertir la fundición en una filial «desbloqueará importantes beneficios», en particular la capacidad de evaluar y obtener financiación externa directamente.

Gelsinger dijo que no habrá cambios en la dirección de la fundición, pero la filial establecerá su propio consejo operativo con directores independientes para gobernarla. CNBCIntel está incluso considerando convertir la fundición en una empresa independiente que cotice en bolsa. Intel está en medio de un proceso de modernización de sus fábricas existentes y de construcción de otras nuevas para su negocio de fundición, lo que le está costando a la empresa miles de millones de dólares, en un esfuerzo por ponerse a la altura de sus rivales en la fabricación de chips, como TSMC y Samsung. Según se informa, la empresa ha gastado alrededor de 25.000 millones de dólares al año en su negocio de fundición durante los últimos dos años, pero eso aún no se ha traducido en beneficios.

En abril, la empresa reveló en una presentación a los inversores que el negocio registró 7.000 millones de dólares en pérdidas operativas para 2023, incluso mayores que los 5.200 millones de dólares en pérdidas que sufrió el año anterior. Tuvo unos ingresos de 18.900 millones de dólares, un 31 por ciento menos que sus ingresos de 2022 de 27.490 millones de dólares. Gelsinger advirtió a los inversores en ese momento que Intel espera que las pérdidas operativas de su negocio de fundición para 2024 sean aún mayores y que no espera alcanzar el punto de equilibrio hasta 2027. Las finanzas de la fundición no son el único problema de la división: su proceso de fabricación de próxima generación, conocido como «18A», supuestamente no superó pruebas cruciales para demostrar que está listo para ser utilizado para la producción en masa.

Además de anunciar que el negocio de fundición se convertirá en una subsidiaria, Gelsinger también reveló en el memorándum que Intel venderá parte de su participación en Altera, otro fabricante de chips que compró por 16,7 mil millones de dólares en 2015.

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