Se ha dicho que Irlanda es el país más pro palestino de Europa, por lo que esto puede sorprenderle: al mismo tiempo, aunque en gran medida de forma discreta, ha desempeñado un papel fundamental en la conexión de las empresas de los asentamientos ilegales israelíes con los consumidores de todo el mundo.
Tomemos el caso de Etsy, la popular plataforma para realizar compras artesanales y vintage en línea de forma más “ética”. El negocio de la empresa fuera de las Américas lo gestiona su filial irlandesa. Este negocio incluye albergar a docenas de tiendas que explícitamente indican asentamientos ilegales como su ubicación (como se documenta en un reciente informe de investigación en el que trabajé).
Etsy tiene una gran oficina en Dublín, no lejos del parlamento de Irlanda, que ha estado debatiendo un nuevo proyecto de ley para prohibir la inversión estatal en empresas de asentamientos. Es el último ejemplo, pero no el único, de tales contradicciones. Airbnb ha sido cuestionada durante años por anunciar propiedades en asentamientos, también a través de su filial con sede en Dublín.
¿Qué está pasando aquí? Parece que dos tendencias irlandesas están chocando entre sí. Durante décadas, Irlanda ha trabajado para convertirse en una base particularmente “atractiva” para la expansión de empresas multinacionales. Mientras tanto, tiene una larga historia de oposición a la ocupación y ha estado en el escenario mundial en apoyo de los derechos y la creación de un Estado palestino.
Por eso, las personas con conciencia de todo el mundo deberían seguir de cerca a la Isla Esmeralda, que tiene la oportunidad de ayudar a proteger a los consumidores globales de la complicidad en los crímenes de guerra israelíes. También parece haber algunas formas claras en las que el país podría tomar medidas contra las empresas de los asentamientos, incluida la legislación contra el lavado de dinero.
Los asentamientos ilegales israelíes se han expandido en medio de la guerra de Israel y el “genocidio plausible” en Gaza. También han sido noticia por el aumento de la violencia de algunos colonos contra los palestinos que viven cerca. La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas dijo que el establecimiento y la expansión de estos asentamientos equivale a un “crimen de guerra”.
En julio de 2024, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) también confirmó que estos asentamientos violan el derecho internacional y dejó claro que todos los países están obligados a “no prestar ayuda o asistencia para mantener” esta situación ilegal.
Irlanda, que además reconoció oficialmente a Palestina como Estado a principios de este año, no es un país del que se esperaría que permitiera asentamientos israelíes ilegales, pero desde los años 50 ha trabajado para convertirse en un centro para miles de corporaciones multinacionales, incluidas aquellas que tienen conexiones con esos asentamientos, como Etsy y Airbnb.
Anteriormente, mientras trabajaba en mi libro Silent Coup: How Corporations Overthrew Democracy (con el coautor Matt Kennard), fui a Irlanda para aprender cómo se creó lo que se considera la primera Zona Económica Especial (ZEE) moderna, inspirando el establecimiento de otras zonas económicas especiales corporativas en todo el mundo, incluso en China.
El gobierno de Estados Unidos sigue elogiando las políticas gubernamentales y los reguladores particularmente favorables a las empresas de Irlanda. El banco británico HSBC la llama “una puerta de entrada a la Unión Europea” y “un centro para… miles de empresas multinacionales”. Mientras tanto, Irlanda es considerada “uno de los paraísos fiscales más exitosos del mundo”. Recientemente, se ha abstenido en las votaciones a favor de una histórica convención fiscal global de la ONU para cerrar las lagunas que permiten el abuso fiscal.
Etsy, que obtiene beneficios cuando las tiendas publicitan, publicitan y venden artículos a través de su plataforma, es una de las muchas empresas multinacionales que han encontrado un hogar en Irlanda. Me sorprendió encontrar asentamientos israelíes ilegales entre las ubicaciones de sus tiendas, dado el nicho de “consumo ético” que la empresa parece ocupar en línea.
Su misión es “mantener el comercio humano” y tiene políticas contra la venta de cosas que son ilegales o “sujetas a regulaciones legales complejas”. Cerró tiendas rusas en medio de la invasión de Ucrania. Cuando se le preguntó sobre las tiendas de asentamientos en su plataforma, Etsy dijo: “Hemos compartido esta información internamente con los equipos apropiados para su revisión”.
Las conexiones con crímenes de guerra exigen más urgencia y acción que esto. Es una prueba más de por qué no podemos “dejar en manos de las empresas” –incluso de las “éticas”– la tarea de garantizar el respeto de los derechos humanos. También necesitamos respuestas estatales contundentes y coherentes.
El proyecto de ley de Irlanda para la desinversión en los asentamientos ilegales israelíes, si se aprueba, prohibiría la inversión estatal irlandesa en empresas que aparecen en la base de datos de las Naciones Unidas sobre empresas implicadas en los asentamientos. Sin embargo, puede que haya otras (como Etsy) que aún no estén incluidas en esa base de datos. La inversión estatal tampoco es el único ámbito de responsabilidad irlandesa en este sentido.
En respuesta a los hallazgos sobre las conexiones de Etsy con los asentamientos, el Dr. Gearoid O Cuinn, abogado irlandés de derechos humanos y director de GLAN (Global Legal Action Network), dijo: “El gobierno irlandés debería tomar medidas para garantizar que las empresas que operan en Irlanda no contribuyan a la ocupación israelí de Palestina”. Cualquier empresa que facilite el funcionamiento de los asentamientos ilegales, dijo, “corre un riesgo significativo de violar no sólo las normas internacionales, sino también la legislación irlandesa, incluida la legislación contra el blanqueo de dinero”.
A principios de este año, grupos de derechos humanos, incluido GLAN, presentaron una denuncia, la primera de su tipo, argumentando que la Oficina de Activos Criminales debería confiscar todos los ingresos generados para Irlanda a partir de asentamientos ilegales conforme a la Ley de Productos del Delito.
Mientras tanto, en los Países Bajos, los fiscales holandeses están investigando una denuncia penal contra Booking.com y su relación con estos acuerdos ilegales. La denuncia, presentada por otros grupos de la sociedad civil, entre ellos SOMO (el Centro de Investigación sobre Corporaciones Multinacionales), sostiene que Booking.com (con sede en los Países Bajos) está infringiendo la legislación holandesa contra el blanqueo de dinero porque los ingresos procedentes de sus negocios con los acuerdos ilegales están entrando en el sistema financiero holandés.
Los funcionarios irlandeses deberían enfrentarse a preguntas igualmente serias sobre si los ingresos procedentes de los negocios con los asentamientos israelíes ilegales están entrando en el sistema financiero irlandés, y de qué manera, en contra de sus leyes contra el blanqueo de dinero, y de su posición sobre los derechos palestinos. Más allá de Etsy y Airbnb, es probable que haya muchas otras conexiones irlandesas con los asentamientos.
No parece sostenible que el país siga permitiendo este negocio mientras mantiene su reputación mundial de defensor de los derechos palestinos. Debe elegir.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de Al Jazeera.
