En 2024, Kirguistán experimentó una fuerte caída en los ingresos fiscales procedentes de la minería de criptomonedas, a pesar del aumento mundial de las valoraciones de las criptomonedas. La nación, conocida por sus abundantes recursos hidroeléctricos, vio caer los ingresos fiscales de la criptominería en un 50% en comparación con el año anterior.

¿Cómo grava Kirguistán la criptominería?

Según un informe del Ministerio de Economía y Finanzas, Kirguistán recaudó solo 46,6 millones de soms kirguís (alrededor de 535.000 dólares) en impuestos a la minería este año, una disminución significativa con respecto a los 93,7 millones de soms (1,08 millones de dólares) recaudados en 2023.

La caída fue evidente desde el principio, con una caída del 29,7% en los ingresos durante los primeros siete meses de 2024 en comparación con el mismo período de 2023.

Kirguistán impone un impuesto del 10% a la electricidad utilizada por los mineros criptográficos, que también incluye el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto a las ventas. Este modelo tributario ayudó inicialmente a impulsar los ingresos, particularmente durante las primeras etapas de 2023.

En aquel entonces, el país informó de un aumento espectacular de los impuestos a la minería, recaudando 78,6 millones de soms (883.000 dólares) en los primeros meses, superando con creces los 11,1 millones de soms (133.200 dólares) recaudados durante el mismo período en 2022.

¿Qué hay detrás del declive?

Las razones de la fuerte caída de los ingresos por impuestos a la minería aún no están claras. Algunos sugieren que las incertidumbres regulatorias o la reducción de la actividad minera pueden haber contribuido.

Además, la asequible energía hidroeléctrica de Kirguistán lo ha convertido en un lugar atractivo para los criptomineros, pero los cambios recientes en las políticas o costos energéticos pueden haber impactado al sector.

Nuevas oportunidades para la minería

A pesar de la caída de los ingresos fiscales, existen ideas en todo el mundo para mejorar la criptominería. En Alemania, por ejemplo, los mineros utilizan energía renovable adicional para impulsar las operaciones de Bitcoin, lo que ayuda a reducir el desperdicio de energía y estabilizar las redes eléctricas.

Países como Kirguistán podrían explorar soluciones similares para impulsar el sector y al mismo tiempo apoyar su economía.

Esta caída de los ingresos fiscales es un desafío para Kirguistán, pero también abre puertas para repensar estrategias y crear un futuro más sostenible para la minería de criptomonedas.

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