En el corazón de Jerusalén, a pocos pasos de la Corte Suprema de Israel y de la oficina del primer ministro, la empresa familiar de Donald J. Trump vio una oportunidad para ganar dinero.
La Organización Trump buscó un acuerdo el año pasado para abrir un hotel de lujo en un antiguo emplazamiento del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, según personas involucradas en las conversaciones no reportadas anteriormente, así como documentos revisados por The New York Times.
La proximidad de la propiedad al nexo de poder gubernamental evocaba el antiguo hotel de Trump cerca de la Casa Blanca, repleto de dignatarios y partidarios durante su presidencia.
La compañía de Trump también consideró convertir un rascacielos en ascenso en Tel Aviv en otro hotel de la marca Trump, según muestran los documentos. Esa torre, que estará retorcida con vidrio y acero, está cerca del cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Israel y tendrá la mayor cantidad de habitaciones de hotel en el país cuando se complete la construcción.
Eric Trump, que dirige el negocio familiar, se embarcó en las negociaciones mucho después de que su padre iniciara su última candidatura presidencial en noviembre de 2022, según muestran las entrevistas y los documentos. Y aunque no ha cerrado ninguno de los posibles acuerdos (las conversaciones no se han reanudado desde el ataque de Hamás a Israel hace un año), la Organización Trump sigue expresando interés en abrir un hotel israelí.
Los esfuerzos de la compañía en Israel resaltan preocupaciones éticas de larga data sobre la mezcla de las fortunas financieras y políticas del ex presidente, esta vez en un país en guerra en el centro polémico de la política estadounidense y global.
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