Después de pasar poco más de un año o dos bajo la influencia de inversores de capital riesgo y ejecutivos de todo el mundo, la IA generativa ya parece haber caído en el llamado “abismo de la desilusión”. ¿Pueden los proyectos de IA de blockchain de larga data convertir esto en un momento de David y Goliat y aprovechar la oportunidad para brillar?

La rápida caída en desgracia de GenAI se puede explicar por varios factores. El hecho de que no haya logrado las mejoras de productividad prometidas es una de las razones por las que está perdiendo el favor de los ejecutivos, mientras que los reguladores, los activistas y los creadores han planteado una serie de inquietudes sobre los datos subyacentes. Entre ellas se incluyen demandas antimonopolio por la extralimitación de las grandes empresas tecnológicas, demandas interpuestas por propietarios de derechos de autor como The New York Times y acusaciones de sesgo algorítmico en relación con la política o la raza.

Por supuesto, toda la tecnología sigue una trayectoria similar, o Gartner no habría podido crear un modelo tan preciso para describir el fenómeno. Sin embargo, el hecho de que Sam Altman haya declarado públicamente que ChatGPT necesita material protegido por derechos de autor para existir indica una cierta falta de voluntad para intentar abordar los numerosos problemas que existen con los datos subyacentes.

Sin embargo, en un mercado competitivo, negarse a abordar el problema simplemente crea un vacío en el mercado para aquellos que están dispuestos a hacer un esfuerzo adicional. Si bien ninguna de las grandes empresas tecnológicas ha logrado aún presentar soluciones lo suficientemente sólidas como para satisfacer a sus diversas partes interesadas, hay algunos proyectos intrigantes en la convergencia de blockchain e IA que prometen abordar algunos de los problemas que enfrentan las empresas de IA.

Es más, algunas de estas iniciativas han demostrado una notable clarividencia, ya que existen desde hace mucho más tiempo que ChatGPT y la mayoría de las plataformas de IA actuales. Proyectos de IA que se fusionan con blockchain, como SingularityNET
SingularidadNET
y DeepBrainChain se concibieron hace casi una década con el objetivo de abordar desafíos que para la mayoría de nosotros parecen mucho más nuevos. SingularityNET es un mercado descentralizado para intercambiar y colaborar en algoritmos de IA, mientras que DeepBrainChain agrega GPU para el cómputo de IA, lo que reduce sustancialmente los costos y, por lo tanto, hace que la IA sea más accesible. Otro ejemplo es Ocean Protocol, establecido en 2017, que convierte efectivamente los datos en activos, lo que permite monetizarlos y que los propietarios reciban una compensación justa por parte de los desarrolladores de algoritmos de IA que necesitan datos de entrenamiento.

Alterando el status quoSi bien la tecnología blockchain no es una panacea, sí ofrece una respuesta muy simple y elegante a muchos de los desafíos subyacentes del modelo establecido de IA generativa. Poner transacciones y algoritmos en la cadena de bloques mejorará la transparencia y proporcionará los medios para entregar una compensación justa a los propietarios de derechos de autor. Hacer que los datos y algoritmos estén más libremente disponibles también evitará el escrutinio de los reguladores antimonopolio. Los avances como la tecnología de conocimiento cero pueden respaldar la privacidad del usuario.

Aun así, los modelos basados ​​en blockchain trastocan el modelo de negocio centralizado, que se centra en generar ganancias para los accionistas. Por ello, los proyectos de blockchain tienen dificultades para competir con la escala de OpenAI o Anthropic, con sus grandes patrocinadores tecnológicos.

Sin embargo, en un escenario de David y Goliat, lo importante es maximizar las propias fortalezas y aprovechar al máximo las debilidades del enemigo. Por supuesto, el mayor desafío para cualquier startup es ganar tracción, y este desafío es aún más evidente en un escenario de blockchain, donde los efectos de red son la clave del éxito. En este sentido, enfrentarse a los gigantes tecnológicos es una perspectiva desalentadora cuando tienen todas las probabilidades a su favor: empresas ricas en efectivo con bases establecidas de usuarios e inversores y acceso a todos los datos de entrenamiento de IA que necesitan.

Por esta razón, la entrada en el “valle de la desilusión” representa una oportunidad importante para que los proyectos de IA blockchain demuestren cómo pueden ofrecer algo diferente y busquen marcar un marcado contraste con las empresas de IA financiadas por las grandes tecnológicas que aparentemente simplemente se encogen de hombros.

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