El informe de estabilidad financiera del Banco de Inglaterra destaca los riesgos potenciales y el creciente interés en la tokenización de activos dentro del sector financiero, lo que subraya la necesidad de una coordinación regulatoria world-wide.
El informe señala una creciente positividad entre los bancos hacia el aprovechamiento de las tecnologías criptográficas, incluidos los libros de contabilidad programables y los contratos inteligentes, para la tokenización de dinero y activos del mundo real.
La tokenización, definida como la emisión de una representación de activos digitales, está ganando terreno rápidamente en el ecosistema criptográfico y se prevé que evolucione hasta convertirse en un mercado de 10 billones de dólares para 2030, según 21.co, una empresa de gestión de activos. Esta tendencia se ejemplifica con los movimientos de importantes actores financieros como HSBC que se aventuran en un servicio de custodia de activos digitales centrado en valores tokenizados. Societe Generale ha ejecutado recientemente una venta de 10 millones de euros en bonos verdes tokenizados en la cadena de bloques Ethereum (ETH).
Sin embargo, esta trayectoria de crecimiento genera preocupación. El informe del Banco de Inglaterra advierte que «un tamaño cada vez mayor podría plantear riesgos para el entorno financiero en common». La expansión podría «aumentar la interconexión de los mercados de criptomonedas y activos financieros tradicionales (ya que están representados en el mismo libro mayor) y crear exposiciones directas para las instituciones sistémicas».
Al reconocer las limitaciones actuales de estos riesgos, el Banco de Inglaterra subraya la necesidad de una vigilancia constante y una cooperación regulatoria world. El informe afirma: «La coordinación internacional puede reducir los riesgos de efectos de contagio transfronterizos, arbitraje regulatorio y fragmentación del mercado», haciéndose eco de los sentimientos de los legisladores que alientan un enfoque regulatorio coordinado para financiar la tokenización.