Cómo el lobby criptográfico ayudó a dar forma a las elecciones de 2024, asegurando líderes favorables a las criptomonedas en la Casa Blanca y el Congreso
Mientras las mesas electorales estadounidenses finalizaban sus recuentos ayer, el precio del bitcoin ya parecía indicar el resultado. BTC subió un 11%, alcanzando un máximo histórico de 74.400 dólares, lo que quizás presagia una nueva era de políticas favorables a las criptomonedas en los Estados Unidos.
De hecho, la industria de la criptografía obtuvo una victoria arrolladora. Además de un presidente pro-cripto, la industria ahora tiene 247 (más o menos) representantes de la Cámara de Representantes pro-cripto y 15 senadores pro-cripto, según el grupo de defensa de las criptomonedas Stand With Crypto. Este desempeño es particularmente significativo, considerando que sólo un tercio de los 100 escaños del Senado fueron disputados en 2024.
Este notable resultado puede atribuirse no sólo a la creciente adopción de las criptomonedas en Estados Unidos, sino también a los grandes esfuerzos del lobby de las criptomonedas. En 2024, rivalizará incluso con las potencias del lobby más antiguas. Además, los esfuerzos de lobby de la industria de la criptografía se extenderán hasta las elecciones intermedias de 2026, con el objetivo de establecer una presencia política duradera.
Cripto en la Casa Blanca
El presidente Trump expuso una clara visión a favor de las criptomonedas en la conferencia Bitcoin 2024. Sus puntos clave incluyen:
- Crear una Reserva Estratégica de Bitcoin de EE. UU. para retener todas las monedas que actualmente posee el gobierno
- Garantizar un amplio suministro de electricidad para los mineros de bitcoins
- Nombrar un Consejo Asesor Presidencial de Bitcoin para guiar la política
- Apoyar el derecho de las personas a la autocustodia de sus criptoactivos
- Reemplazando al presidente de la SEC, Gary Gensler, un viejo opositor de las criptomonedas
- Perdonar a Ross Ulbricht, fundador del mercado de la red oscura de Silk Road y uno de los primeros bitcoiners
Si bien algunas de estas iniciativas pueden enfrentar desafíos en su ejecución, esta postura generalizada a favor de las criptomonedas demuestra una fuerte voluntad política.
Cripto en el Congreso
Estados Unidos tiene una brecha evidente en la legislación específica sobre criptomonedas, lo que deja a agencias federales clave como la SEC interpretar las leyes existentes tal como se aplican a las criptomonedas. Esta ambigüedad legal ha llevado a que la SEC demande con frecuencia a las empresas de cifrado. Como resultado, muchas empresas Web3 se trasladaron desde Estados Unidos o restringieron el acceso a los usuarios estadounidenses. Como principal órgano legislativo, el Congreso (compuesto por la Cámara y el Senado) es esencial para abordar esta brecha. Sin embargo, el impulso legislativo a menudo ha sido insuficiente.
Uno de los proyectos de ley más críticos que enfrenta obstáculos es la Ley de Innovación y Tecnología Financiera para el Siglo XXI (FIT21). Aprobado por la Cámara pero estancado en el Senado, FIT21 busca aclarar las responsabilidades regulatorias asignando la supervisión de los productos digitales a la CFTC, mientras que la SEC supervisaría los activos digitales clasificados como valores. Actualmente, la SEC interpreta todos los criptoactivos, excepto bitcoin, como valores.
Otro proyecto de ley importante, aún pendiente de votación en pleno de la Cámara, es la Ley de Claridad para los Pagos de Monedas Estables de 2023. Presentada por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara, tiene como objetivo establecer reglas claras para los emisores de monedas estables y garantizar una sólida protección al consumidor.
Quizás la propuesta más ambiciosa hasta el momento sea la Ley BITCOIN de 2024 (S.4912) del senador Lummis. Presentado en julio de 2024, este proyecto de ley propone adquirir 1 millón de BTC en cinco años, financiado mediante el superávit discrecional de la Reserva Federal y una revaluación de las reservas de oro de la Reserva Federal. Actualmente se encuentra bajo revisión por el Comité Senatorial de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos.
Vestíbulo criptográfico
El lobby criptográfico de EE. UU. ha crecido significativamente, con Fairshake emergiendo como líder. Lanzado el año pasado por un consorcio de empresas de cifrado, Fairshake es un súper PAC. Esto significa que puede recaudar fondos ilimitados de empresas para influir en las elecciones sin coordinarse directamente con las campañas.
Según OpenSecrets, en el ciclo 2023-2024, Fairshake recaudó 204 millones de dólares, principalmente de Coinbase, Ripple Labs y Andreessen Horowitz (a16z). Gastó alrededor de 172 millones de dólares apoyando a candidatos pro-cripto en ambos partidos. Para poner esto en perspectiva, las grandes petroleras gastaron 242 millones de dólares en el mismo período, mientras que el lobby automotriz “sólo” 152 millones de dólares.
Junto con sus súper PAC afiliados Defend American Jobs and Protect Progress, Fairshake ha tenido un impacto sustancial, ayudando a reducir las filas de criptoescépticos y llenar el Congreso con criptoamigos. Entre sus logros más notables hasta el momento se encuentra la derrota de los destacados políticos anti-criptomonedas Katie Porter y el senador Sherrod Brown. Porter, asociada con Elizabeth Warren, crítica de las criptomonedas desde hace mucho tiempo, perdió sus primarias en el Senado en marzo, mientras que Brown, presidente del Comité Bancario del Senado y franco oponente de las criptomonedas, perdió ayer su escaño en el Senado ante el candidato pro-cripto Bernie Moreno.
La estrategia bipartidista de Fairshake refleja una visión a largo plazo de cultivar un Congreso que apoye los criptoactivos. Para el ciclo 2026, ya ha recaudado más de 78 millones de dólares, lo que indica que lo mejor está por llegar para el sector de las criptomonedas.