Para muchas personas, la poesía les trae el recuerdo de estar en séptimo grado de inglés cuando les enseñaron a tratar de resolver el acertijo de un poema: el significado estaba oculto dentro de la extraña y compleja sintaxis de un poema y había que descifrarlo en para obtener una A en el examen.

La poesía aún puede sentirse como un código secreto que es difícil de descifrar, pero los poetas contemporáneos le dirán que lo que aprendió en su clase de inglés fue el enfoque equivocado. La poesía nunca tuvo la intención de ser un acertijo, sino una experiencia. Una experiencia que atraviesa el ruido y llega al meollo del asunto. La poesía mueve y conecta a las personas con pocas palabras, imágenes destiladas y un lenguaje reflexivo.

La poeta Audre Lorde defendió la utilidad de la poesía como el primer paso para cambiar el statu quo, un objetivo de los líderes de cualquier sector. Para crear un cambio, argumenta, se deben formar nuevas ideas en el lenguaje antes de que puedan ponerse en acción. Ella escribió: “La poesía no es un lujo. Es una necesidad vital de nuestra existencia… La poesía es la forma en que ayudamos a dar nombre a lo sin nombre para que pueda ser pensado”.

La poesía utiliza estrategias clave de comunicación para crear experiencias poderosas a través de las palabras para el lector o el oyente. Al aprender a prestar atención a las estrategias utilizadas por los poetas, los ejecutivos pueden aplicarlas en sus propias comunicaciones de liderazgo. Hay tres estrategias principales:

  • Poder de las imágenes
  • Música del lenguaje
  • Conciencia de la audiencia

El poder de las imágenes

Una moneda clave en la poesía es la imagen. Una imagen concisa puede ayudar a la audiencia a experimentar una emoción o una idea más profundamente que una vaga abstracción. La poeta Elizabeth Hoover explica: “Cuando describe algo con detalles precisos y concretos, se invita al lector a construir la imagen en su imaginación y se le invita a entrar en el espacio de la historia”.

Por ejemplo, si dijeras: “Hoy me di cuenta de cuánto sacrificó mi madre por mí”, estás confiando en la abstracción “sacrificado”. En una audiencia de 100 personas, esta palabra podría evocar 100 ideas y asociaciones diferentes. Las personas pueden reaccionar a esta idea de manera insulsa, pensando: «Oh, es bueno que se haya dado cuenta», pero no necesariamente experiencia esta idea en un nivel emocional.

Un poeta toma una idea abstracta como “sacrificio” y la convierte en una imagen utilizando detalles concretos. ¿Pero qué detalle? Cuando las personas pueden sentirse abrumadas por los detalles (de ahí el dicho, muerte por powerpoints), elegir los detalles más destacados es un arte.

En el poema La gabardina de Ada Limón la poeta nos dibuja un cuadro en sustitución de la abstracción “sacrificio”. Ubica a su público en su infancia recordando cómo su madre la llevaba a tantas citas médicas por su escoliosis. Luego, el poema se traslada al momento presente en el que ella conduce a otra cita con el médico como adulta, cuando ve:

…una mamá se quita el impermeable

y dárselo a su hija pequeña cuando

una tormenta se apoderó de la tarde. Dios mío,

Pensé, toda mi vida he estado debajo de ella

impermeable pensando que de alguna manera era una maravilla

que nunca me mojé.

La imagen de una madre dando su impermeable a su hija lleva consigo mucho más que la palabra abstracta “sacrificio”. La audiencia es transportada a través de la narración en capas de Limón. Pueden imaginar cómo una madre puede proteger a su hijo con un impermeable y pueden establecer la conexión de que la madre de Limón actuó como un refugio para ella durante toda su vida. También experimentan la propia sorpresa del hablante ante esta repentina realización. Las emociones de la audiencia se involucran a través del acto de imaginar los detalles precisos y las descripciones en su poema.

Es importante que su imagen sea precisa, única y active la imaginación del lector. Por ejemplo, si hubiera escrito: “Le dio su impermeable a su hija cuando empezó a llover a cántaros”, el cliché desinfla el poder de la imagen. Te saca de la inmediatez del poema. Por otro lado, el lenguaje fresco de una tormenta que “se apodera de una tarde” invita al lector al momento. Debido a que la mayoría de los poemas contienen pocas palabras, no hay espacio para desperdiciar en un lenguaje trillado o cliché.

En un contexto empresarial, se pueden compartir imágenes poderosas y concisas a través de la narración. En los negocios y en la recaudación de fondos, hay muchas abstracciones que deben comunicarse a diferentes audiencias. Para Feeding America, por ejemplo, la inseguridad alimentaria es el problema que intentan resolver, pero hablar de inseguridad alimentaria sin imágenes concretas dificulta que cualquiera se conecte con el tema. En su Hunger Blog, usan la idea de imágenes concretas para pintar una imagen de la inseguridad alimentaria. En una historia en particular, intentan ilustrar cuán desesperada puede estar la gente cuando tiene hambre. Para ello cuentan la historia de una persona en concreto que una vez pasó hambre e incluyen un detalle conmovedor: “En un momento, vendió un anillo de oro para poder comprar algo de comer”. El anillo de oro es un detalle con el que la audiencia puede conectarse. Muchas personas pueden mirar su propio dedo e imaginar cómo se sentiría empeñar sus propias joyas para una comida. Llevándolo al siguiente nivel, un narrador podría incluir un lenguaje más preciso sobre la comida que compró con el dinero del anillo: “En un momento, vendió un anillo de oro para poder comprar una barra de pan y un tarro de mantequilla de maní”.

La próxima vez que tenga una idea abstracta con la que necesite ayudar a su audiencia a interactuar, pregúntese qué imagen concreta debe describir con precisión para ayudar a su audiencia. sentir y conectar con esta idea La imagen debe poder transmitir la complejidad de la idea que está tratando de describir sin toda la jerga.

El poeta Ezra Pound instruyó a los escritores de su época: “Tener miedo a las abstracciones”. Los líderes empresariales de hoy podrían hacerlo bien con el mismo consejo. Es mejor no confiar demasiado en ideas y abstracciones para transmitir significado a las audiencias, sino confiar en imágenes específicas y concretas para provocar la imaginación y permitirle conectarse con su audiencia en un nivel completamente nuevo.

Conozca dos estrategias poéticas más que los líderes empresariales pueden usar para conectarse con sus audiencias.



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