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Paul Gutiérrez, redactor de ESPN
LAS VEGAS — Antonio Pierce se balanceó enojado de un lado a otro durante más de cinco minutos en el podio después del partido, el entrenador de los Raiders de Las Vegas buscando respuestas tras la sorprendente derrota de su equipo por 36-22 ante los Panthers de Carolina.
Pierce estaba seguro de una cosa: su equipo no se presentó a su primer partido en casa, y contrató a algunos jugadores no identificados.
«A medida que avanzaba el partido», dijo Pierce, «creo que definitivamente hubo algunas personas que tomaron decisiones comerciales. Y nosotros también tomaremos decisiones comerciales en el futuro».
«Nos dieron una paliza… Yo también nos habría abucheado».
Considerando lo que estaba sobre la mesa – un festivo partido inaugural en casa después de la emotiva remontada de la semana pasada ante los Baltimore Ravens, los Panthers, hasta entonces sin victorias, habiendo dejado en la banca a su ex selección número uno del draft Bryce Young a favor del mariscal de campo veterano de 14 años Andy Dalton y la ofensiva de los Raiders aparentemente habiendo alcanzado a la oportunista defensa del equipo – esta derrota, para los observadores de larga data, fue comparable a varias derrotas vergonzosas en la memoria reciente:
Desde la derrota ante los Indianapolis Colts y el ex entrenador de la escuela secundaria Jeff Saturday en 2022 en su primer juego de la NFL al mando (cuyas consecuencias llevaron al entonces mariscal de campo de los Raiders, Derek Carr, a llorar en el podio) hasta la caída ante Baker Mayfield dos días después de que se uniera a Los Angeles Rams más tarde esa misma temporada hasta la derrota de la temporada pasada ante los Chicago Bears, que pusieron como mariscal de campo al novato no reclutado Tyson Bagent.
¿La diferencia? Estos Raiders fueron dominados por completo por Dalton y los Panthers.
«Tenemos mucha gente que tiene que mirarse al espejo», dijo el ala defensiva de los Raiders, Maxx Crosby, quien se vio severamente afectado por un esguince de tobillo izquierdo sufrido en la penúltima jugada de la victoria de los Raiders en Baltimore y terminó el domingo con tres tackles y un pase defendido.
«Todos tenemos que seguir mejorando. No es el fin del mundo, pero es una llamada de atención, ¿sabes a qué me refiero? Tenemos que ser mejores. Punto. Así de simple».
Los Raiders permitieron 437 yardas totales a Dalton y compañía, quienes también dominaron el tiempo de posesión 36:02 a 23:58. En ataque, solo 55 de las 331 yardas ofensivas de Las Vegas fueron terrestres. Y los Raiders llegaron a estar 33-7 abajo al comienzo del último cuarto.
El receptor abierto de los Raiders, Davante Adams, parecía desconcertado por la afirmación de Pierce de que los jugadores tomaban «decisiones de negocios» al final del juego.
«No sé, me resulta difícil identificarlo», dijo Adams, que tuvo cuatro recepciones en nueve pases para 40 yardas. «No estoy seguro».
Crosby ofreció su opinión.
«No lo sé. Hay muchas cosas. Hay que ver la película», dijo. «No fue lo suficientemente bueno. Fue una derrota terrible. Es una mierda. No jugamos nuestro mejor fútbol».
Mientras tanto, Pierce dijo que no se debe sacar mucha conclusión de su reemplazo del mariscal de campo titular Gardner Minshew por Aidan O’Connell con 4:47 por jugar y Las Vegas perdiendo 36-15.
«El juego se nos fue de las manos y tenemos dos mariscales de campo que lucharon», dijo Pierce en referencia a la competencia en el campo de entrenamiento, que finalmente ganó Minshew. «Deja que el otro jugador entre y veamos qué puede hacer por un rato».
O’Connell lideró a los Raiders en una serie de touchdown de 13 jugadas y 70 yardas, completando 9 de 12 pases para 82 yardas, incluido un TD de 8 yardas a Tre Tucker, mientras que otro pase casi fue interceptado.
Mientras tanto, Minshew lanzó para 214 yardas al completar 18 de 28 intentos con un pase de TD de 13 yardas a Jakobi Meyers y una intercepción.
«Es una pena, obviamente, especialmente en casa», dijo O’Connell. «Queríamos dar otro paso adelante y, con suerte, conseguir una victoria aquí, pero vamos a recuperarnos. Lo bueno del fútbol es que siempre está el partido de la semana siguiente».
