Moody’s es una empresa que se encarga de medir qué tan bien pueden pagar sus deudas los que piden prestado, como países, empresas o bancos. Para eso, les pone notas que van desde la Aaa, que significa que casi seguro que pagan, hasta la C, que significa que ya no pagan o que están a punto de dejar de pagar.
Moody’s tiene muchos admiradores que confían en sus análisis y los usan como referencia para tomar decisiones financieras. Según ellos, Moody’s es una agencia seria, profesional e independiente que ofrece una visión objetiva y rigurosa de los riesgos crediticios.
Pero Moody’s también tiene muchos detractores que cuestionan sus criterios y su credibilidad. Según ellos, Moody’s es una agencia conservadora, sesgada e influenciable que ofrece una visión distorsionada y alarmista de los riesgos crediticios.
Un ejemplo de esta controversia es el informe que Moody’s publicó sobre las perspectivas de los bancos globales en 2024. En este informe, Moody’s advirtió de que los bancos se enfrentan a un entorno difícil y volátil, marcado por la desaceleración económica, la competencia de las fintech, la regulación más estricta y los riesgos geopolíticos.
Este informe generó reacciones encontradas entre los analistas financieros. Algunos lo consideraron una evaluación realista y prudente de los desafíos que los bancos deben afrontar y superar. Otros lo consideraron una evaluación pesimista y exagerada de los desafíos que los bancos pueden sortear y aprovechar.
“El informe de Moody’s es un recordatorio de que los bancos no pueden dormirse en los laureles. Los bancos deben innovar, diversificar y optimizar sus negocios para seguir siendo competitivos y rentables en 2024.”
“El informe de Moody’s es una muestra de que los bancos están en buena forma. Los bancos han demostrado su resiliencia, solvencia y rentabilidad en los últimos años. Los bancos están preparados para afrontar cualquier reto que se presente en 2024.”
“El informe de Moody’s es una oportunidad de inversión. Los bancos están infravalorados por el mercado, que no reconoce su potencial de crecimiento y rentabilidad. Los bancos ofrecen una buena relación entre riesgo y retorno para los inversores en 2024.”
Como puedes ver, la opinión sobre Moody’s depende mucho de la perspectiva de cada uno. Algunos ven a Moody’s como un árbitro imparcial que dicta sentencia. Otros ven a Moody’s como un aguafiestas que solo sabe poner pegas.
Los bancos dicen que están muy bien, que no tienen nada de qué preocuparse, que son fuertes, solventes y rentables. Pero Moody’s dice que no, que están muy mal, que tienen mucho de qué preocuparse, que son débiles, vulnerables y poco rentables. ¿A quién creer? ¿Están los bancos en negación, como el avestruz que esconde la cabeza bajo la arena? ¿O están poniendo buena cara al mal tiempo, como el gato que se lame las heridas? ¿O están tratando de controlar la narrativa, como el lobo que se disfraza de oveja? No lo sabemos, pero nos gustaría saberlo.
Según su último informe, los bancos globales no van a tener un buen año en 2024. ¿Quieres saber por qué?
Bueno, resulta que los bancos se van a enfrentar a varios problemas que van a afectar a su rentabilidad, su solvencia y su liquidez. El primero es que, según Moody’s, los bancos centrales van a subir los tipos de interés para combatir la inflación, que está por las nubes. Eso significa que la economía mundial va a crecer menos, y que los clientes de los bancos van a tener menos dinero para gastar y para devolver sus préstamos. Así que los bancos van a ver cómo se les reduce el negocio y cómo se les aumenta el riesgo de impago y de pérdidas.
El segundo problema es que los bancos van a tener que pagar más por financiarse, ya que los tipos de interés más altos encarecen el coste de los depósitos y de los bonos. Además, los bancos van a tener menos acceso a los mercados de capitales, que se van a volver más volátiles y exigentes. Y, por si fuera poco, algunos bancos van a sufrir escasez de divisas, sobre todo en los países emergentes, donde la devaluación de sus monedas les va a complicar la gestión de su liquidez.
El tercer problema es que los bancos van a tener que reservar más dinero para cubrir las posibles pérdidas por los préstamos morosos, lo que va a reducir su beneficio neto. También van a tener que gastar más en tecnología y en cumplir con las normativas, que cada vez son más estrictas y complejas. Y todo esto con unos márgenes de interés cada vez más estrechos, que van a limitar sus ingresos.
Pero no todo es malo para los bancos. Moody’s reconoce que la mayoría de ellos tienen unos colchones de funds suficientes para aguantar el chaparrón, sobre todo en Europa y en Estados Unidos. También destaca que los bancos de Asia-Pacífico tienen una buena posición, ya que sus economías son más estables y sus depósitos son más abundantes. Eso sí, hay una excepción: China. El gigante asiático está sufriendo una desaceleración económica que puede afectar a la calidad y a la rentabilidad de sus préstamos.
En resumen, Moody’s pinta un panorama sombrío para los bancos globales en 2024. La combinación de políticas monetarias más restrictivas, crecimiento económico más lento y pérdidas crediticias más altas va a presentar desafíos significativos para el sector.
¿Qué pasará con las tasas de interés? El informe supone que las tasas se mantendrán altas o incluso subirán más. Esto es curioso, porque contradice lo que muchos piensan: que el próximo año la Fed y otros bancos centrales empezarán a recortarlas. ¿Quién tendrá la razón?
Quizás nadie lo sepa con certeza. Las tasas de interés dependen de muchos factores, como la inflación, el crecimiento económico, la oferta y la demanda de dinero, and many others. Lo que sí sabemos es que las tasas afectan a nuestras vidas: desde el precio de un café hasta el costo de una hipoteca. Así que más nos vale estar atentos a lo que hacen los que mueven los hilos.
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