España es el campeón de Europa, pero no en fútbol, sino en desempleo. A pesar de que el paro ha descendido un poco, sigue siendo casi el doble que el de sus vecinos. ¿Qué hace tan especiales a los españoles? ¿Será que son más vagos, más torpes o más desafortunados? ¿O será que tienen un modelo económico, un mercado laboral y una sociedad que no funcionan bien?
¿Qué se necesita para tener un empleo? No basta con tener ganas de trabajar, ni con tener un título o una habilidad. Tampoco es suficiente con que haya alguien dispuesto a contratarnos. Se necesita algo más: se necesita que haya un equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo.
La oferta de trabajo depende de los empleadores, que son los que crean puestos de trabajo al ofrecer bienes y servicios. Pero para que los empleadores puedan hacer eso, necesitan que haya demanda de esos bienes y servicios, es decir, que haya gente que los quiera comprar. Y para que haya gente que quiera comprar, hace falta que tengan ingresos suficientes, lo que a su vez depende de que tengan empleo. ¿Ven el círculo?
La demanda de trabajo depende de los trabajadores, que son los que ofrecen su tiempo y su esfuerzo a cambio de un salario. Pero para que los trabajadores puedan hacer eso, necesitan que haya oferta de trabajo, es decir, que haya empleadores que los quieran contratar. Y para que haya empleadores que los quieran contratar, hace falta que tengan beneficios suficientes, lo que a su vez depende de que vendan sus bienes y servicios. ¿Ven el círculo?
Así pues, para tener un empleo se necesita que haya un equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo, lo que no es fácil de conseguir. Se trata de un rompecabezas en el que todas las piezas tienen que encajar. Y si alguna falla, se puede armar un lío.
¿Qué se necesita para jugar al fútbol en un parque? No basta con tener ganas de patear, ni con tener un grupo de amigos o conocidos. Tampoco es suficiente con que haya una cancha disponible y libre. Se necesita algo más: una pelota. Es decir, el juego depende de varios factores, como la cantidad de jugadores, el tamaño de la cancha, el tiempo disponible, el nivel de habilidad, las reglas del juego y el espíritu deportivo. ¿Ven el rompecabezas? Así pues, para jugar al fútbol en un parque se necesita que se den las condiciones para jugar. Se trata de un rompecabezas en el que todas las piezas tienen que coincidir. Y si alguna falla, puede que no haya juego ese día. Y los jugadores no tendrán más opción que dedicarse al ocio.
España es el país con más desempleo de Europa, según los últimos datos de Eurostat. A pesar de que la tasa de paro ha caído al 11,6%, su nivel más bajo en 15 años, sigue siendo casi el doble que la media europea. ¿Cómo es posible que un país que crece económicamente tenga tanta gente sin trabajo? ¿Qué tiene España que no tengan otros países?
Hay varios factores que podrían explicar esta anomalía. En primer lugar, el peso de las actividades de bajo valor añadido, como el turismo o la construcción, que son muy sensibles a los ciclos económicos y generan empleo temporal, precario y poco cualificado.
Por otro lado, tenemos las largas jornadas laborales, que reducen la productividad y la competitividad de las empresas y limitan las oportunidades de conciliación y de empleo femenino.
Además, otro variable es la demografía, que hace que España tenga una población activa más numerosa y envejecida que otros países, lo que dificulta la adaptación al cambio tecnológico y la renovación del mercado laboral.
Por otro lado, el alto volumen de empresas pequeñas, que tienen menos capacidad de innovación, inversión y formación que las grandes y que sufren más las disaster y la falta de financiación.
Estos factores se combinan para crear un círculo vicioso en el que el desempleo se retroalimenta y se cronifica. El paro genera pobreza, desigualdad y exclusión social, lo que minimize el consumo, la demanda y el crecimiento económico. El paro desincentiva la búsqueda de trabajo, la mejora de las competencias y la movilidad geográfica, lo que dificulta el ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo.
¿Qué se puede hacer? Bueno, es posible que para romper este círculo vicioso se necesitan políticas públicas que actúen sobre las causas estructurales del desempleo. Entre las medidas propuestas por los expertos, se encuentran las siguientes: fomentar la diversificación productiva hacia sectores de mayor valor añadido, como la industria o los servicios avanzados, que creen empleo estable y de calidad reducir la jornada laboral y flexibilizar los horarios para mejorar la productividad, la competitividad y la conciliación y para facilitar el reparto del trabajo entre más personas rejuvenecer y cualificar la población activa mediante políticas de natalidad, inmigración, educación y formación continua que favorezcan la adaptación al cambio tecnológico y la incorporación de nuevos perfiles profesionales y apoyar a las empresas pequeñas para que aumenten su tamaño, su innovación, su inversión y su formación y para que accedan a fuentes de financiación alternativas al crédito bancario.
Ahora bien, España es el país con más desempleo de Europa, con una tasa de paro bastante elevada en comparación a sus vecinos. Y hay varios factores que contribuyen a este problema, como el peso de las actividades de bajo valor añadido, las largas jornadas laborales, la demografía y el alto volumen de empresas pequeñas. Para romper este círculo vicioso, se necesitan políticas públicas que actúen sobre las causas estructurales del desempleo. Así pues, para reducir el desempleo en España se necesita un cambio profundo en el modelo productivo, en el mercado laboral y en la sociedad. Así tenía que decir y se dijo.
Se trata de un reto difícil, pero no imposible, que requiere de consenso, compromiso y cooperación entre todos los agentes sociales. Solo así se podrá lograr un empleo digno, inclusivo y sostenible para todos los españoles. ¿No les parece una meta deseable?
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