Segreen Business Park / estudio de primaria

Descripción textual proporcionada por los arquitectos. Armonía entre arquitectura y territorio y entre personas y naturaleza: este es el concepto del proyecto de ampliación del Segreen Business Park para nuevos espacios de trabajo, firmado por Studio Elementare. «La necesidad principal era desarrollar un proyecto insertado entre dos complejos, la antigua sede de Microsoft, ahora en desuso, y el sector Multi-tenant ya existente, llamado Segreen, para ayudar a la creación de un único parque empresarial» – explica Paolo Pasquini, fundador de Studio Elementare. Una nueva arquitectura insertada en un contexto preexistente se convierte en el telón de fondo final de todo el sector, por un lado creando un fondo de volúmenes alternos, por el otro, a través del diseño del paisaje y los nuevos servicios ubicados a lo largo del recorrido central, actuando como conexión entre los dos compartimentos.

El proyecto de Studio Elementare preveía la demolición de la mayor parte de la antigua sede de Microsoft y la consiguiente reconstrucción de la misma, con un mayor volumen dividido en grandes zonas verdes filtrantes y colgantes, según los estándares LEED WEEL para garantizar el bienestar medioambiental. Las nuevas funciones han sido concebidas como una secuencia sucesiva de volúmenes similares en forma y materiales pero dispuestos según una lógica que define idealmente una nueva proporción de los espacios abiertos, reducidos, propios de la ciudad peatonal. El nuevo edificio, del que sólo se han mantenido las estructuras de una parte y completamente rediseñado y cubierto, sigue la misma lógica que los pabellones descritos anteriormente, aunque a diferente escala.

El gran edificio concebido como una gran terminal escénica del camino peatonal se divide en varios volúmenes que son similares entre sí pero que difieren en altura, inclinación del revestimiento, color y posición. Aunque compuesta por varios edificios, la propiedad es única y la masa volumétrica es importante: volúmenes simples, pero con ligeras diferencias de nivel y cambios de color y textura de los paneles ciegos de cada edificio y en el centro un volumen más bajo, caracterizado en el fachada a partir de un marco colgante con un patrón triangular.

En el tejado de los dos edificios más altos se encuentran todos los sistemas, así como cierta presencia en los pisos subterráneos. En los tejados de los demás edificios se encuentran auténticos jardines colgantes accesibles desde los espacios de oficinas. El tratamiento verde de las cubiertas contribuye, con los ligeros efectos de altura, a una composición más armoniosa de los volúmenes.

“El proyecto es un nuevo organismo capaz de adaptarse a su entorno, a las estaciones y a las horas del día. Una arquitectura en constante relación con la naturaleza fue también el punto de partida para la elección de los materiales a utilizar”, añade Pasquini. Como el acabado utilizado en la fachada (Alucobond, Spectra) que, gracias a los pigmentos coloreados, crea efectos cromáticos particulares que varían según el ángulo de observación y la luz natural: una piel iridiscente que da al edificio la capacidad de depender de la colores y luz de las estaciones. Un proyecto de oficinas “anómalo”, donde uno está constantemente inmerso y rodeado de árboles y arbustos, tanto en la planta baja a lo largo del espacio público central como en los pisos superiores en las terrazas caracterizadas por techos verdes.