- En los últimos 18 días, la carrera de 2024 se ha volcado totalmente… a favor de Trump.
- Todo comenzó con el colapso del debate de Biden y las dos semanas de luchas internas demócratas que le siguieron.
- Después de sobrevivir a un intento de asesinato, ahora ha obtenido una victoria en su caso médico.
No se puede negar: Donald Trump está viviendo un increíble golpe de suerte.
El expresidente llega a la Convención Nacional Republicana de esta semana con el viento político a su favor, después de haber sobrevivido a un intento de asesinato, mientras el Partido Demócrata debate si seguir apoyando al presidente Joe Biden después de su desastrosa actuación en el debate.
El lunes, Trump obtuvo otra victoria, al menos por ahora: la jueza Aileen Cannon desestimó el caso de documentos clasificados del gobierno federal contra él.
Las encuestas muestran que la ventaja de Trump sobre el presidente Joe Biden no ha hecho más que crecer, y es difícil imaginar cómo los demócratas podrán revertir esa situación. Puede que sean los 18 días más afortunados que haya tenido ningún candidato presidencial.
27 de junio: El colapso de Biden en el debate
Todos lo sabemos ya: el primer debate fue un desastre absoluto para Biden, con el presidente luciendo frágil, tropezando con sus propias palabras y, ocasionalmente, pronunciando frases sin sentido.
La actuación de Biden reafirmó las preocupaciones que desde hace tiempo tienen los votantes, incluida la mayoría de los demócratas, de que el presidente es demasiado viejo para buscar otro mandato. Trump puede ser solo unos pocos años más joven que Biden y dijo numerosas mentiras en el debate, pero fue capaz de ofrecer una actuación lo suficientemente enérgica como para garantizar que la atención se mantuviera en Biden.
Aún más dañino para el presidente fue el debate sobre el debate que consumió las dos semanas siguientes, en las que los demócratas protagonizaron un desacuerdo muy público sobre si Biden todavía representa su mejor oportunidad de vencer a Trump.
Veinte demócratas de la Cámara de Representantes y un senador demócrata han pedido públicamente que Biden se retire de la carrera, mientras que varios otros simplemente han observado que, salvo una corrección del rumbo, es probable que Trump gane las elecciones en noviembre.
Esas discusiones se silenciaron en gran medida tras el intento de asesinato de Trump, pero es poco probable que se detengan por completo, especialmente si los eventos posteriores conducen a un continuo aumento en las encuestas para el expresidente.
13 de julio: Sobreviviendo a un intento de asesinato
En un mitin en Butler, Pensilvania, el sábado, Trump evitó por poco un atentado contra su vida.
Por un lado, Trump simplemente tuvo suerte de no haber muerto: una de las balas del pistolero le rozó la oreja. Si hubiera estado parado aunque sea un centímetro a la derecha, podría haber resultado fatalmente herido.
«No debería estar aquí, debería estar muerto», dijo Trump al New York Post. «Por suerte o por Dios, mucha gente dice que es por Dios que todavía estoy aquí».
Pero tampoco se puede negar la ventaja política que el intento de asesinato le da a Trump.
Si bien él y sus aliados han avivado durante mucho tiempo la violencia política (en particular el ataque del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos), el estrecho error le permite a Trump cambiar ese guión y presentarse de manera creíble como víctima de la violencia política, incluso si el motivo del tirador sigue sin estar claro.
El domingo, Trump dijo que pronunciaría un discurso centrado en la unidad, en lugar de atacar a Biden, el jueves en la Convención Nacional Republicana.
También está el poder perdurable de las imágenes de Trump levantando el puño en el mitin inmediatamente después de que le dispararan.
Es probable que esas imágenes sean un poderoso motivador para sus partidarios y aumenten el entusiasmo antes de las elecciones.
15 de julio: Un juez desestima el caso de documentos clasificados de Trump
El lunes, Trump recibió otra dosis de buenas noticias.
La jueza Aileen Cannon desestimó el caso de documentos clasificados del gobierno federal contra Trump, dictaminando que el nombramiento del fiscal especial Jack Smith era inconstitucional.
El caso, que se considera el más importante contra el expresidente, aún no está totalmente cerrado. Es probable que Smith apele la decisión del juez y, en última instancia, podría ser decidido por la Corte Suprema.
Pero, como mínimo, la acción de Cannon retrasa aún más el caso y supone un importante impulso moral para el presidente y sus partidarios de cara a la convención.
También subraya el impacto duradero que tuvo el primer mandato de Trump en el sistema judicial estadounidense: Cannon fue nominado por Trump en 2020 y confirmado por el Senado, entonces controlado por los republicanos, más tarde ese año.
