Si las criptomonedas son el futuro de las finanzas, los mineros que dependen de combustibles sucios podrían, en última instancia, pagar más que otros. Sin embargo, los defensores de la implementación de un impuesto a las criptomonedas creen que podría evitar las nefastas consecuencias de la inacción.

¿Lo que está sucediendo?

Como detalló Forbes, la adopción generalizada de criptomonedas para transacciones financieras podría causar la ruina ambiental, dado que la minería de criptomonedas requiere enormes cantidades de energía y agua.

Es más, las operaciones criptográficas pueden generar suficiente ruido como para ser una amenaza para la salud pública, lo que llevaría a una demanda contra una instalación en Texas.

Si bien existen diferentes tipos de criptomonedas, Bitcoin es uno de los nombres más reconocibles. Sin embargo, validar una sola transacción de Bitcoin (un proceso que implica resolver complejos acertijos matemáticos) puede consumir tanto poder como una persona en Alemania durante tres meses, informó Forbes.

Debido a esta fuga de energía, muchos países están proponiendo impuestos a la minería de criptomonedas y algunos gobiernos ya están restringiendo las operaciones.

¿Por qué serían útiles los impuestos a las criptomonedas?

Afortunadamente, las soluciones de energía limpia como la solar y la eólica están avanzando, pero el mundo todavía depende en gran medida de combustibles como el gas, el petróleo y el carbón, que liberan vapores tóxicos asociados con millones de muertes prematuras anuales cuando se queman. De hecho, el consumo de energía sucia alcanzó niveles récord en 2023, según el Instituto de Energía.

En última instancia, los formuladores de políticas argumentan que gravar la minería de criptomonedas podría reducir significativamente el daño a largo plazo al incentivar a los mineros a adoptar energía renovable y no contaminante o mejorar de otro modo la eficiencia energética de sus operaciones.

Por ejemplo, un grupo de trabajo en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 propuso un impuesto climático de 0,045 dólares por kilovatio-hora para los mineros, un impuesto que generaría hasta 5.200 millones de dólares cada año, según Forbes.

La administración Biden también sugirió un impuesto del 30% sobre la electricidad consumida por los criptomineros. Sin embargo, el informe especula que es poco probable que la administración entrante esté de acuerdo.

En una conferencia sobre Bitcoin en julio, el presidente electo Donald Trump pidió que Estados Unidos se convierta en la «capital criptográfica del planeta», según Associated Press.

¿Qué más se está haciendo para limitar los daños causados ​​por las operaciones con criptomonedas?

Varias empresas están trabajando activamente para reducir o compensar la contaminación causada por las operaciones criptográficas, incluida Alephium, cuya cadena de bloques de «prueba de menos trabajo» es más eficiente energéticamente.

Mientras tanto, el cambio de la red de criptomonedas Ethereum a un «sistema de prueba de participación» resultó en una disminución increíblemente prometedora en el consumo de energía: más del 99,9%.

Puede contribuir a un futuro más limpio informándose sobre el lavado ecológico y aprovechando ese conocimiento para invertir y apoyar a empresas comprometidas con acciones sostenibles y crecimiento futuro.

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Divisor fresco

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